Excavación / Estratigrafía

Excavación / Estratigrafía

Excavaciones, extracción y registro de materiales

La información recuperada mediante el levantamiento topográfico y la prospección geofísica fueron determinantes para la selección de las áreas que serían excavadas. Las excavaciones son un elemento esencial para la vida de un arqueólogo, pues gracias a ellas es posible obtener información de las actividades humanas en el pasado, así como de los cambios de dichas actividades de un periodo a otro.

En la primera temporada de excavación del proyecto (2015) se excavaron cuatro áreas: Frente A, Frente B, Frente C y Frente D. Dichos frentes se ubican en dos de los cuadrantes registrados por Millon (1973): a) N4W1, que corresponde a la Plaza de las Columnas – Calzada de los Muertos; y b) N4E1, en donde se localiza la Plaza Norte de la Pirámide del Sol – Calzada de los Muertos.  Para la segunda temporada (2016) se abrió un nuevo sitio, el Frente E, y para la tercera (2017) se abrirá el Frente F.

Dado que cada sitio puede ser excavado solamente una vez, se dice que la arqueología es una ciencia destructiva, por esta razón, durante el periodo activo de las excavaciones los arqueólogos se comprometen a registrar cuidadosamente la mayor cantidad de información posible.

Una vez que se eligió el sitio a excavar, ¿cómo se planea una excavación?

Área de 3 x 1 m marcada antes de comenzar la excavación, Frente A, 2015

Antes de comenzar las excavaciones los arqueólogos marcan las áreas a excavar, durante este proyecto usualmente se delimitaron cuadrantes de 3 m x 3 m, aunque en algunas ocasiones solamente se excavó una parte de ellos. A cada cuadro excavado se le asigna un código alfanumérico, por ejemplo: “Cuadro A1”, para poder asociar cualquier material recuperado con ese código y saber su procedencia. En la siguiente imagen se puede observar un área delimitada con cordel.

Los arqueólogos excavan de manera vertical a través de las capas de sedimento, es muy importante analizar la estratigrafía para entender los cambios a través del tiempo en un sitio específico.

¿Qué es la estratigrafía?

La estratigrafía es el estudio de la superposición de las diferentes capas o estratos de suelo y sedimentos de un sitio que han sido depositados con el paso del tiempo. Conforme al principio de superposición la estratigrafía asume que las capas más profundas fueron las que se depositaron primero, es decir, son más antiguas que las capas depositadas superficialmente.

Veamos un ejemplo, imagina que tienes un pastel como el de la siguiente imagen. La rebanada de pastel nos señala que el pastel tiene diferentes capas y cada una de ellas tiene diferentes características, tales como sabor y grosor.

Estratigrafía de un pastel

¿Cuál sería la capa más antigua?, con base en la ley de superposición, la capa más antigua sería la que está en la base del pastel.

Las capas reciben un número romano en orden ascendente, de tal manera que la primera capa excavada se denomina “Capa I”, y así sucesivamente. Ahora, si tuvieras que describir las capas de este pastel tendríamos algo así:

Capa I: capa homogénea de glaseado sabor chocolate con chispas de colores, de un grosor de 0.01cm.

Capa II: capa homogénea de pastel de vainilla de un grosor de 2.5 cm.

Capa III: capa homogénea de jalea de fresa de un grosor de 0.5 cm.

Capa IV: capa homogénea de pastel de chocolate de un grosor de 5.5 cm.

Capa V: capa homogénea de jalea de fresa de un grosor de 1.2 cm.

Capa VI: capa homogénea de pastel de vainilla de un grosor de 5 cm.

En la arqueología pasa algo similar a lo que vimos con el ejemplo del pastel. La rebanada de pastel representa el sitio que se excavaría, y la Capa I sería lo que vemos en el sitio antes de excavar, es decir, tierra, plantas, y algunos fragmentos de cerámica y obsidiana, entre otros. La información estratigráfica sólo es recolectada a través de una rebana de pastel, la cual representa la porción excavada del sitio, e implica que sólo obtenemos información de una fracción del área de estudio. Además, las diferentes capas del pastel que se observan en la rebana corresponden al perfil estratigráfico de una excavación. Generalmente no todas las capas que observamos durante las excavaciones son iguales. Por ejemplo, algunas son más gruesas y otras más delgadas, continuas o interrumpidas, horizontales o con algún grado de inclinación. Dicha información es de ayuda para saber cómo se fueron depositando las diferentes capas y es por ello que tenemos que documentar cuidadosamente todas las características de cada capa, así como su profundidad.


Pero en arqueología, ¿cómo podemos reconocer una capa?

Una capa está constituida principalmente por sedimento y se puede distinguir de otras a través de varias características como textura del suelo (e. g. arenosa, rocosa, limosa), si está compactada o no, el tamaño del grano y el color. Si se encuentra un sedimento con características similares a través de un área contigua y usualmente horizontal se le denomina como una “capa”, la primera capa identificada en una excavación es nombrada “Capa I”, y es la capa superficial. Entonces se sigue excavando hasta notar un cambio de color o textura en el suelo, lo que se infiere como una nueva capa, que a su vez se denomina Capa II, y así sucesivamente.

En arqueología estás capas también pueden reconocerse por la presencia y abundancia de materiales culturales como artefactos, ecofactos, estructuras arquitectónicas y otros rasgos. El siguiente dibujo es un ejemplo de un perfil estratigráfico arqueológico registrado durante primera temporada de este proyecto.

Perfil estratigráfico de un cuadrante excavado durante la temporada 2015

En la imagen se puede ver que no todas las capas encontradas en contextos arqueológicos son homogéneas o continuas. Observa la Capa I, esta corresponde a la deposición natural de tierra acumulada con el paso del tiempo al igual que las Capas II y III, todas ellas son más o menos homogéneas.

Además, en el plano anterior podemos observar que algunas estructuras arquitectónicas u otros rasgos se definen como capas, por ejemplo, la Capa IX que es un piso, y la Capa XI que es un muro en talud. La Capa XII corresponde a un relleno de piedras que fue hecho para poder construir el talud sobre ellas. También se puede observar que la capa más profunda corresponde al tepetate natural (roca madre), el cual fue usado por los teotihuacanos como la base para colocar los cimientos de edificios.

De esta manera, los arqueólogos dibujan y toman notas de todo lo que encuentran en cada capa estratigráfica. Cuando se encuentran estructuras arquitectónicas u otros rasgos como ofrendas o artefactos, estos se registran mediante dibujos y fotografías in situ, es decir, dentro del contexto original en el que fueron recuperados.

Arqueólogos dibujando en el campo durante la temporada 2015, Frente C

Literatura citada

Millon, R. 1973. Urbanization at Teotihuacan, Mexico, Vol. 1, Part I: text. University of Texas Press, Austin, 154 pp.

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