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Un día en la tierra en Teotihuacan
por Justin Tran
Introducción
A primera vista, la arqueología parece sencilla: ir a un sitio arqueológico, empezar a excavar y extraer todos los materiales arqueológicos que se pueden encontrar. En realidad, la arqueología implica un trabajo duro y preciso, además de una cuidadosa planificación y ejecución de las operaciones cotidianas. Gran parte del trabajo de una excavación comienza incluso antes de que la primera pala toque la tierra. Desde el inicio de la excavación a primera hora de la mañana, iniciando con la topografía, cartografía, dibujos estratigráficos, siguiendo con el etiquetado y embolsado de los materiales, hasta el cierre final de las excavaciones a última hora de la tarde. Los arqueólogos y trabajadores de campo del PPCC, siguen una rutina y procesos diarios que garantizan que podamos aprovechar al máximo cada hora en campo, para hacer todo lo que podamos antes de que la temporada de campo (que dura meses) llegue a su fin. En esta entrada del blog, detallaré los pormenores de las excavaciones arqueológicas en un día en Teotihuacan, para que los lectores puedan hacerse una idea del trabajo que hay detrás de descubrir esos materiales antiguos que posteriormente se pueden ver en un museo o en un artículo.
Después de levantarse temprano, alrededor de las 6 de la mañana (para los atrevidos, aún más temprano; para los especialmente atrevidos, aún más tarde), el equipo de PPCC se prepara para salir al campo. Después de desayunar y ponernos la ropa de campo, que suele consistir en: camisas de manga larga, pantalones resistentes (¡los bolsillos son muy útiles!), una buena protección para el sol en la cabeza y botas robustas. Empezamos a cargar la camioneta para salir a campo. El equipo que utilizamos diariamente incluye cosas como: estaciones totales para topografía, cajas de herramientas con equipo especializado (cucharillas, cintas métricas, picoletas y tijeras), además de bolsas y canastas para guardar otras herramientas. Algunos de los equipos más grandes, como palas, picos y carretillas, se guardan en un almacén cerca de la excavación. Aproximadamente a las 7:00 AM, el equipo parte de nuestra base en San Juan Teotihuacán hacia la zona arqueológica de Teotihuacán.
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Al llegar a la excavación, el trabajo comienza justo a las 7:30 AM. Saludamos a los trabajadores de campo, que son pobladores locales y colaboran con PPCC, ellos nos ayudan a descargar el equipo de la camioneta y el almacén.
El PPCC trabaja durante los meses de verano en el centro de México, en dichas fechas, es común que llueva por la tarde y noche. Al final de cada día de trabajo, cubrimos los pozos de excavación con grandes lonas para protegerlos, las cuales se retiran por las mañanas para empezar a trabajar. Normalmente, también utilizamos estas lonas sobre las excavaciones para dar sombra durante el trabajo en los días calurosos de verano. Después, continuamos excavando donde habíamos terminado el día anterior o en algunos casos, abrimos un nuevo cuadro de excavación.
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Antes de la excavación
Antes de seguir, es importante describir cómo hacemos la excavación. Imagínese que tiene un pastel en capas, con varios sabores apilados verticalmente en su interior. A medida que “excava” la tarta, puede darse cuenta que; al principio su sabor es de vainilla, en la parte central es de chocolate y en el fondo de fresa. Comer un pastel y observar los cambios de sabor es muy parecido a lo que hacen los arqueólogos para excavar sistemáticamente un yacimiento.
Lo que hacemos, es lo que se conoce como «excavación estratigráfica», un método de exploración en el que se excava por “capas”. Cada nueva capa se comienza al observar cambios en el tipo de suelo; al mismo tiempo esto es el posible comienzo de un periodo anterior en la historia del yacimiento. Por ejemplo, los materiales arqueológicos encontrados en una capa más cercana a la superficie pueden considerarse más jóvenes que los encontrados en capas más profundas y si tomamos nota de los cambios en las capas del suelo (o estratos), podemos hacer estimaciones aproximadas de la edad de los materiales y de su ubicación exacta en la excavación, situándolos en estratos diferentes.
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Existe una serie de acciones que realizamos antes incluso de retirar la maleza con la cucharilla. Previamente de la apertura de un nuevo cuadro/cala o de excavar una nueva capa, tomamos una serie de notas sobre aspectos como: las coordenadas geográficas de la capa y las descripciones cualitativas del suelo. Para profundizar en este tema, es importante describir primero cómo organiza y planifica el PPCC la excavación. Al igual que sucede en muchas otras excavaciones arqueológicas, el PPCC trabaja con un patrón cuadriculado que se extiende por todo el área de excavación: cualquier nuevo cuadro que se abra suele seguir las delimitaciones de la cuadrícula, cuyos cuadros miden 3 x 3 metros. Las cuadrículas están marcadas con números consecutivos de este a oeste y letras consecutivas de sur a norte. Para referirnos a las distintas partes de la excavación las llamamos con estos nombres; por ejemplo: “Abramos una nueva excavación en el cuarto 18M” o “Ampliemos la excavación del cuarto 7K hacia el sur hasta el cuarto 7J y luego hacia el oeste hasta 8J”. Esto nos ayuda a situar espacialmente la excavación y a dar explicaciones claras y definitivas sobre la ubicación de los espacios (por ejemplo, “el muro que hemos encontrado se extiende desde 7K hasta 7J”).
Para empezar a excavar una nueva capa, primero tomamos puntos topográficos con la estación total. Lo cual nos permite tener información espacial de la excavación, para asegurarnos que la excavación estará alineada con la cuadrícula general. Para ello, es necesario colocar la estación total y un prisma que sirve como “backsight”, el cual la estación total utiliza como punto de referencia para medir su propia ubicación. La estación total y el prisma se colocan en lugares específicos del emplazamiento que tienen coordenadas XYZ conocidas para situar dichos instrumentos en el espacio geográfico. Todo lo que queda por hacer es apuntar el lente de la estación total a la superficie de la capa que queremos excavar y capturar cuatro mediciones en las esquinas noroeste, noreste, suroeste y sureste del cuadro. Junto con un estadal y un pequeño prisma que la estación total utiliza como referencia, obtenemos las coordenadas XY y la elevación en metros sobre el nivel del mar de las cuatro esquinas del cuadro.
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Supongamos que vamos a abrir un nuevo cuadro de excavación. Para asegurar de que el nuevo cuadro está situado donde queremos y alineado con el resto de la cuadrícula, insertamos cuatro varillas metálicas en el suelo en las respectivas esquinas del cuadro y atamos un hilo entre las varillas, creando así un “cuadro” visible sobre la superficie de la tierra. A continuación, anotamos toda la información que hemos medido, como las elevaciones de la superficie y las coordenadas XY. También evaluamos el suelo y tomamos notas sobre su composición, compactación, textura, intrusiones (como raíces o piedras) y comparamos el color del suelo con nuestra Tabla Munsell, que es una herramienta que nos ayuda a describir el color del suelo de forma estandarizada.
En general, tomamos múltiples notas antes de excavar una nueva capa, que incluyen: objetivos generales, descripción de la capa y los materiales que se extrajeron, entre otros datos cuantitativos y cualitativos. Las mediciones de la estación total, así como las descripciones escritas no sólo se hacen al inicio de una excavación, sino cada vez que cambiamos de capa al observar un cambio en la textura, compactación, color o cualquier otra particularidad del suelo.
Después de anotar toda la información posible, hacemos una foto de la capa antes de empezar a excavar, para tener un registro de su apariencia. Si vamos a hacer una foto de una capa, tenemos que limpiar el área, para que sus características sean claras en la fotografía; después de haber limpiado con varias brochas, escobas y recogedores, también utilizamos una lona para dar sombra, ya que las sombras proyectadas por el sol pueden perturbar la imagen. En algunas ocasiones, ya tenemos lonas instaladas para dar sombra a los trabajadores durante su jornada, pero, a veces se necesita una mano o dos para crear algunas sombras adicionales para una imagen de mejor calidad. Por último, junto a una escala y una flecha hacia el norte como referencia, ponemos una pizarra en la excavación con información como: frente, fecha, nombre de la estructura, nomenclatura de arquitectura, capa, nombre del cuadro, elevación más alta (m.s.n.m.) y otras observaciones que ayuden a explicar lo que estamos viendo en la foto. Después de tomar la foto tanto con iPads y cámaras digitales del proyecto, podemos (¡por fin!) empezar a excavar.
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CONTINUARÁ…
Espera pronto la segunda parte