Recolección de materiales
Cribado, recolección y registro de materiales
La excavación requiere la extracción de grandes cantidades de sedimento, el cual es cribado a través de una malla de metálica. A través de esta técnica se pueden recuperar diversos artefactos y ecofactos de tamaño mediano. En la siguiente imagen se observa a un trabajador cribando sedimentos provenientes de un pozo de sondeo en una malla gruesa.
También cribamos las muestras de suelo a través de tamices finos para poder recuperar pequeños artefactos o ecofactos que a simple vista no se podrían apreciar. A continuación, se puede observar dicho proceso.
Los artefactos y ecofactos recuperados mediante el cribado son clasificados con base al tipo de material del que están hechos, e. g. cerámica, lítica, hueso, mica, carbón y concha.
Posteriormente son guardados en contenedores (bolsas de plástico, de papel, cajas de plástico, etc.), dependiendo del tipo de material que se trate y de las condiciones de conservación en las que se encuentre. Cada bolsa es etiquetada con un número alfanumérico único, así como información de la procedencia de los materiales. En la imagen de la derecha se puede observar el tipo de etiquetas que usamos en este proyecto.
Todas las bolsas de cada tipo de material son registradas en una base de datos del proyecto con toda su información asociada (fecha de colecta, procedencia, profundidad, entre otros).
Da clic en los siguientes links para saber más acerca de la clasificación general de los materiales arqueológicos y del contexto.
¿Por qué es importante registrar los materiales?
Como se ha mencionado en otras secciones, la arqueología es una disciplina que altera permanentemente el entorno de estudio, por ello es importante registrar la mayor cantidad de información posible. Además del registro de los materiales en una base de datos, es necesario registrarlos mediante fotos o dibujos del contexto, ya que algunos materiales se encuentran en condiciones de conservación muy malas y al momento de extraerlos pueden desintegrarse o romperse en pedazos. En dichos casos una imagen es de valiosa ayuda para el especialista que analizará dichos materiales en el laboratorio. Un buen ejemplo son los fragmentos de murales, que al momento de ser extraídos van perdiendo gradualmente la humedad que tenían cuando estaban enterrados, si dicha humedad se pierde de una manera muy rápida, por ejemplo, mediante su exposición al sol, los fragmentos tienden a cuartearse o a desmoronarse. Así, el registro fotográfico se convierte en una valiosa fuente de información y es de gran utilidad cuando los especialistas tratan de hacer reconstrucciones de las imágenes representadas en dichos murales con base a las piezas descubiertas.
Muestreo
En el caso de los elementos arquitectónicos y de otros rasgos estos son muestreados para hacer análisis químicos. Por ejemplo, se toman muestras de suelo para flotación, es decir, estás son colocadas en agua y cribadas por mallas finas para rescatar muestras botánicas. También se toman pequeños fragmentos de suelo para conducir análisis de química de suelos. Para leer más visita la sección de Análisis.