Materiales arqueológicos

Materiales arqueológicos

Durante las excavaciones se pueden encontrar diferentes tipos de materiales que son clasificados de acuerdo a su naturaleza. Los materiales arqueológicos pueden ser principalmente de cuatro tipos: (1) artefactos, (2) ecofactos, y (3) estructuras arquitectónicas, y (4) rasgos asociados con actividad humana.

Los artefactos y ecofactos son recuperados para ser analizados por los especialistas. En el caso de las estructuras arquitectónicas y otros rasgos, generalmente estos solamente son registrados mediante fotos y dibujos, y de ser posible se hace el levantamiento topográfico de ellos. Usualmente, las estructuras y rasgos no pueden ser removidos de su contexto original, por lo que es necesario limitarse a la toma de muestras, por ejemplo, se toman muestras de los sedimentos localizados dentro de marcas de poste, con el objetivo de analizar estos contextos.


Artefactos

Los artefactos son restos materiales portátiles fabricados o modificados por una persona en un espacio y momento determinados. Algunos ejemplos de artefactos incluyen cerámica (figurillas, platos, vasos, jarras, etc.), herramientas de piedra, huesos o conchas labradas, etc. Los artefactos son esenciales para comprender la vida de las sociedades prehispánicas, ya que cada tipo de material puede proporcionarnos información de diferente tipo, por ejemplo, podemos descubrir información de cómo es que la población extrajo, fabricó, usó o desechó ciertos artefactos.

Artefactos

Los artefactos nos pueden proporcionar información del cómo los antiguos pobladores incorporaron diferentes tipos de materiales en su vida diaria, así como de las técnicas que utilizaban para su fabricación. Mediante el rastreo del movimiento de materia prima y productos terminados los arqueólogos pueden reconstruir redes comerciales con otras ciudades. Para leer más visita la sección de Análisis.


Ecofactos

Los ecofactos son restos orgánicos o inorgánicos encontrados en su estado natural, cuya deposición sugiere que fueron producto de actividad humana. Semillas, carbón, minerales, conchas y esqueletos sin modificación aparente, son algunos ejemplos de ecofactos.

Ecofactos

Con ayuda de los ecofactos se pueden hacer reconstrucciones de la vida silvestre (fauna y flora) de varias regiones en diferentes puntos en el tiempo, lo cual es útil para comprender las condiciones ambientales que hubo en el pasado. Por ejemplo, algunas semillas pueden ser identificadas hasta el nivel de especie, lo cual nos permite determinar el tipo de plantas que había en el área. Para leer más visita la sección de Análisis.


Estructuras arquitectónicas y otros rasgos

Talud y piso en uno de los cuadrantes de la temporada 2015

En arqueología utilizamos el término de “estructuras” para referirnos a elementos arquitectónicos no portátiles, los cuales usualmente están hechos de materiales durables tal como tierra, piedra o madera. Las formas en las que se pueden encontrar dichas estructuras, van desde una nivelación de terreno, a muros, pisos, casas, o edificios monumentales, como la Pirámide del Sol.

En la siguiente foto podemos observar el piso y el talud de una de las áreas excavadas en la temporada 2015.

Otras manifestaciones no portátiles de actividad humana en el pasado que no constituyen propiamente una estructura son las huellas de poste, los alineamientos de piedras, los fogones, las estructuras labradas en el tepetate (fosas, cistas, etc.), y se conocen como rasgos.

En la siguiente foto podemos observar una fosa que fue labrada directamente en el tepetate.

Fosa labrada en el tepetate

Literatura consultada

Renfrew, C. y P. Bahn. 2007. Archaeology essentials: theories, methods and Practice. Thames & Hudson, London, 304 pp.

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