Resultados 2018-2019
La cuarta y quinta temporadas de campo del Proyecto Plaza de las Columnas tomaron lugar de junio a agosto de los años 2018 y 2019. Como cada año, un gran equipo de arqueólogos, auxiliares de campo y especialistas estuvieron involucrados.
En 2018 excavamos 15 unidades que abarcaron un total de 105 metros cuadrados y dos túneles, y en 2019, 4 unidades que cubrieron 36 metros cuadrados, además de dos túneles. Estas exploraciones se ubicaron en tres (de las seis) áreas de investidación llamadas “frentes”: A, D y F.
Frente A: historia de huesos bajo las profundidades
Si vas caminando sobre la Calzada de los Muertos mirando frente a ti la Pirámide de la Luna, antes de llegar a la Plaza de la Luna estaría a tu izquierda el conjunto de la Plaza de las Columnas. Muy cerca, sobre ese flanco poniente subiendo las escalinatas, hemos hecho excavaciones desde el verano del año 2016 para entender mejor la historia de ese lugar. Básicamente estamos en la esquina noroeste del complejo, a unos 50m de donde se encontraron los fragmentos de murales mayas. En 2019 se logró completar la excavación de 60 metros cuadrados!
En esta área, las excavaciones llegaron a grandes profundidades… después de encontrar varios pisos y otros restos de estructuras, a casi 5m de profundidad de la superficie encontramos muchos huesos humanos y de animales (peces, tortugas, aves, conejos, mamíferos) que estaban fragmentados y ocupaban unos 9 metros cuadrados.
Por la manera en que los encontramos, podemos saber que muchos, incluso los humanos, los depositaron cuando todavía tenían tejido blando adherido (músculos, tendones, piel quizá), además había varios quemados y trabajados. Así que podemos imaginar que estos son los restos de una escena algo escatológica y con no muy buen olor antes de ser cubierto en tiempos antiguos.
¿Por qué o para qué se colocaron más de 4,000 huesos ahí? Aún no es claro, pero cada hueso está siendo analizado con el apoyo de especialistas en antropología física ara poder tener una idea para qué fueron utilizados esos huesos!
Frente D: pistas del pasado a través de túneles
En las temporadas del 2018 y 2019 la investigación se concentró en los túneles que exploran el interior de uno de los montículos principales de la Plaza de las Columnas: la Estructura 25C.
Casi al centro y a nivel de su base, encontramos una ofrenda con restos de varios animales (mono, serpientes, águila, puma, caracoles) y otros objetos de cerámica, obsidiana y piedra verde como figurillas, orejeras, navajillas y excéntricos. Pensamos que se trata de una ofrenda (Ofrenda D4) colocada para la clausura de un antiguo edificio que después fue cubierto para construir uno nuevo y más grande.
Tiempo después, al pie de este “nuevo” edificio se colocó también una “ofrenda” pero de otro tipo. Esta ofrenda es en realidad un espacio donde se colocaron los restos de lo que fue una gran fiesta y/o festín, que habíamos empezado a excavar en 2016 (Ofrenda D1). Como es un depósito muy amplio, en las últimas dos temporadas continuamos con su exploración a través de los túneles 4 (2018) y 6 (2019), que suman un área de casi 8 metros cuadrados y aún no hemos podido alcanzar sus límites!!! Así, hemos podido recuperar más vasijas casi completas, objetos de obsidiana y muchos huesos de animales que fueron consumidos en ese gran banquete.
De esas vasijas hay algunas muy especiales, como una que tiene personajes mayas grabados… esto nos recuerda, como los fragmentos de murales mayas encontrados en la misma plaza pero en el lado opuesto, que hubo una presencia muy importante de personajes mayas en este complejo de Plaza de las Columnas.
Frente F: ampliando ventanas al pasado
El conjunto “vecino” del conjunto Plaza de las Columnas es el de Plaza Norte de la Pirámide del Sol, y juntos parecen haber formado parte del mismo complejo. En 2018 y 2019 “abrimos más ventanas” para ubicar el muro que lo delimitaba en su parte posterior y saber si hubo un muro que separaba a este conjunto de las plataformas que rodean a la Pirámide del Sol.
Los resultados fueron muy interesantes. A través de la “primera ventana” (1 en la foto), pudimos ver los cimientos del muro perimetral (al este) aunque en la superficie actual no había ninguna elevación que lo sugiriera; este muro estaba alineado con una esquina de la plataforma que rodea a la Pirámide del Sol (ver foto).
En la segunda “ventana” (2 en la foto anterior), excavada en el flanco sur, alcanzamos una profundidad de casi 6 metros y ahí pudimos darnos cuenta que la conexión de este conjunto con los edificios que rodean a la pirámide fue cambiando a través del tiempo: primero había estructuras bajas con algunos accesos bien delimitados (I), después se construyó una gran plataforma de adobe que quizá bloqueó la circulación entre los dos espacios (II), y finalmente se subió el nivel de toda la zona para crear aparentemente una gran explanada entre ambos conjuntos (III).
Aún falta determinar la época precisa en que estos cambios tomaron lugar, pero lo que es claro, es que el diseño del conjunto Plaza Norte de la Pirámide del Sol tomó mucho en cuenta aquél de los edificios que integraban el entorno de la Pirámide, y seguramente hubo momentos en que las personas que los habitaron pudieron transitar de uno al otro. Por lo tanto, lo que pasaba de un lado debió impactar al otro.
Así, el descubrir y entender la arquitectura nos da información valiosa sobre la historia de las personas que ocuparon estos espacios.