Flotación
La ciencia analítica: de la tierra del campo al laboratorio
Las muestras de tierra que se guardan de las excavaciones son analizadas en el laboratorio para buscar restos de plantas y semillas, por lo general. El procedimiento para separar la tierra de esos posibles restos orgánicos se llama “flotación” y consiste en pasar la tierra ya seca por un volumen de agua. Los restos orgánicos vegetales antiguos (suelen estar carbonizados), flotan y se les llama “fracción ligera” y la parte que no “flota” y se hunde se le llama fracción pesada.
La fracción ligera se analiza por especialistas en etnobotánica para identificar restos de plantas y semillas antiguas, y de la fracción pesada se separan los materiales que suelen ser fragmentos pequeños de cerámica, obsidiana, sílex, pizarra, piedra verde, pirita, mica, pigmento, hueso, concha, cascarón de huevo, etc. Cada tipo de material se deposita en una bolsita con todos sus datos y se guarda.
Aunque los fragmentos recuperados de la fracción pesada parecen poco significativos, el análisis de esos huesos ha permitido identificar varias especies de animales (mediante el microscopio) que, por su tamaño, habrían sido imposibles de detectar durante las excavaciones. Tal es el caso de fauna como los erizos de mar, peces, reptiles, patos y aves pequeñas como el colibrí o la codorniz; y estas especies han sido muy reveladoras para los estudios sobre la fauna que fue utilizada y aprovechada por los antiguos habitantes de Teotihuacan.